Calidad de vida y papel de la propiocepción para evitar lesiones durante las clases

¿Por qué es fundamental ejercitar la flexibilidad?

La capacidad del cuerpo para moverse con su mayor amplitud es muy importante para el funcionamiento normal de las articulaciones y prevenir lesiones.

El movimiento con amplitud es importante para el funcionamiento normal de las articulaciones.

Cuando las articulaciones están flexibles, las piernas y la espalda proporcionan la postura correcta, evitando el riesgo de una variedad de dolores. Rodillas, hombros y tobillos fortalecidos y plásticos reducen el riesgo de las lesiones en los músculos y tejidos blandos que rodean a los huesos.

Una buena flexibilidad ahorra problemas a lo largo de la vida. Por el contrario, la falta de ella puede ser un obstáculo para el desarrollo de la fuerza y la masa muscular.

Sin embargo, el concepto de flexibilidad no es global. El hecho de que una articulación sea flexible no significa que todo el organismo goce de la misma capacidad. Por ejemplo, los gimnastas tienen una excepcional elasticidad a nivel de la columna vertebral, mientras que los jugadores de tenis presentan esta característica en la articulación del hombro.

En términos generales, los humanos tendemos a ser menos flexibles con el paso del tiempo. Con ello, se presentan las primeras señales de rigidez articular, lo que impide muchas veces realizar los movimientos básicos necesarios para la vida diaria: levantarse de una silla o conseguir algo del estante superior del armario. La falta de flexibilidad extrema reduce la funcionalidad de las articulaciones, convirtiéndose un problema crónico. Por ello, los ejercicios de flexibilidad son esenciales para mantener la forma general de la salud y la promoción física.

Todos estamos determinados a poseer cierto grado de flexibilidad, de acuerdo a los tejidos, el tamaño y la longitud de los músculos, y los condicionamientos genéticos. Sin embargo, podemos desarrollarla y ampliarla en gran medida a través de la ejercitación.

Aun cuando no podamos cambiar la estructura ósea, podemos alargar el tejido blando, elástico por definición. Por lo tanto, el estiramiento es el camino hacia la flexibilidad, siempre con recaudos. (Cont. abajo)

¿Cómo estar alertas a estos recaudos?

Muy sencillo: a través de nuestra propia experiencia.

Se llama “propiocepción” a la capacidad del cuerpo de detectar el movimiento y posición de las articulaciones. En tanto un sistema, el propioceptivo está compuesto por una serie de receptores nerviosos que están en los músculos, articulaciones y ligamentos, los cuales detectan el grado de tensión muscular y el grado de estiramiento muscular.

Los receptores envían esta información a la médula y al cerebro para que la procese, que a su vez es reenviada ya procesada a los músculos para que realicen los ajustes necesarios en cuanto a la tensión y estiramiento muscular, y así conseguir el movimiento deseado.

Es decir que nuestros propioceptores funcionan como mecanismo de control de la ejecución del movimiento.

Esta información que se procesa en cada uno de nuestros movimientos autoregula el funcionamiento óptimo de nuestra motilidad. En el caso de los estiramientos, se aconseja entonces que éstos tengan una duración mínima de algunos segundos, pues es el tiempo que lleva a este mecanismo realizar la evaluación pertinente. Es fundamental dar al músculo el tiempo necesario para determinar el relajamiento que conlleva toda exigencia de estiramiento.

Entonces, la práctica de la elongación -entendida como la máxima capacidad de estiramiento- también es una ejercitación del sistema propioceptivo. Cuando más eficazmente éste funcione, habrá menos riesgo de lesiones en cualquier movimiento, ya sea con fines artísticos, deportivos o de la vida diaria.

Con el entrenamiento propioceptivo, los reflejos básicos incorrectos tienden a eliminarse para optimizar la respuesta. Sumado a ello, cualquier estimulación neuromuscular traerá aparejada un incremento de la fuerza. Todo incremento en la fuerza es resultado de una estimulación neuromuscular. Es allí donde el estiramiento se convierte en flexibilidad.

Por último, todo trabajo de flexibilidad pensado bajo este mecanismo conlleva mejoras en la coordinación, es decir, en la capacidad para resolver situaciones inesperadas y variables y así conseguir una ejecución del movimiento eficaz ante una determinada situación. Un ejemplo de esto se da cuando se deben resolver las pequeñas alteraciones de equilibrio que se presentan hasta en los movimientos aparentemente más simples, como el caminar.

En síntesis, la flexibilidad es sinónimo de salud:

– De las articulaciones, evitando presiones en la rótula, aliviando el dolor de hombros, ayudando a la lubricación de las articulaciones y el funcionamiento de los cartílagos.

– De la columna vertebral, corrigiendo las desviaciones o la presión sobre los nervios espinales, con un fuerte control sobre el trabajo de la pelvis.

– Del funcionamiento global del cuerpo, ayudando a realizar los movimientos de cualquier práctica deportiva o dancística con corrección y eficiencia; e incrementando la fuerza.

Fuentes:

http://www.efisioterapia.net/articulos/propiocepcion-introduccion-teorica

http://hardgainer.ru/

Clases de Elongación en San Telmo

elongacionensantelmo@gmail.com

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